miércoles, 19 de septiembre de 2012

PERFIL DE EGRESO

  • Se aspira a que el egresado sea un ser libre, consciente de las demandas y posibilidades de su singularidad fortalecido en la claridad y firmeza de sus convicciones sustentadas por el reconocimiento de los preceptos de la moral, y plenamente capacitados por sus actitudes, hábitos, destrezas y preparación cognitiva para realizar estudios superiores según sus preferencias y elecciones.
  • Reconozca la necesidad imperiosa del esfuerzo y el trabajo individual, el beneficio multiplicador del trabajo en equipo, y el aporte enriquecedor de la diversidad y disenso.
  • Encuentre en la familia un entorno perdurable de realización y de proyección hacia simientes de arraigo, abarcando sus orígenes e identificación con una cultura y nacionalidad, pero que sea a la vez un ciudadano del mundo, con comprensión de la cultura de otros pueblos, sus costumbres y orígenes, y con dominio de otras lenguas que le permita integrarse con seguridad en la comunidad internacional.
  • Ponga su fe en Dios, cultive la humildad, la tolerancia, la comprensión de las limitaciones propias y ajenas, y se muestre atento a las necesidades de sus prójimo y de la sociedad en general.
  • Esté plenamente comprometido con el cuidado de su cuerpo y su salud, el bienestar de sus allegados, la protección del medio ambiente, y todo aquello que se haga para respetar los legados de la naturaleza y la perduración de las especies.
  • En la vida cotidiana, dé muestras evidentes de una cultivada sensibilidad estética y una activa inquietud por las manifestaciones culturales, como elementos enriquecedores de su personalidad y su quehacer.
El término "perfil del egresado" tiene cada vez mayor difusión y empleo en el ámbito de la educación, en todos sus niveles, sectores y modalidades. Probablemente, la razón principal de esto sea que el término puede interpretarse, con cierta facilidad, a partir de las nociones que intuitivamente cada quien ha formado sobre lo que es un "perfil" y un "egresado", sin que esto sea un obstáculo para la comunicación dado que el término es utilizado usualmente con flexibilidad, sin darle carácter técnico, sin exigencia de univocidad, claridad y rigor. En otras palabras, cada quien le puede dar su propia interpretación.

Sin embargo, el uso que se les está dando a los perfiles de los egresados plantea la necesidad de que el término sea cuidadosamente definido, lo mismo que el proceso de su elaboración. En efecto, los perfiles están desempeñando usualmente una de las siguientes funciones:
a) Ser una primera descripción preliminar del egresado, de carácter no técnico pero que sirve de antecedente a la formulación explícita de objetivos curriculares, de los que sí se exige rigor en su formulación.

b) Ser, de hecho, un conjunto de objetivos curriculares, con o sin mención explícita de ello.

En cualquiera de estos dos casos, con un perfil se define lo que ha de ser logrado en un proceso concreto de enseñanza-aprendizaje, es decir, sus objetivos más generales, por lo que durante su elaboración se toman las decisiones más importantes, por trascendentes, de dicho proceso: las que se refieren a la dirección que ha de seguir, su "para qué". Es evidente, entonces, que elaborar un perfil de egresado debe ser una acción que se emprenda sistemáticamente, en el sentido de hacer todo lo que es necesario hacer y en el orden adecuado.

La guía que más adelante se presenta puede servir para organizar el proceso de elaborar un perfil; consta de 48 preguntas y tiene los siguientes supuestos:(*)

(*) Las notas aparecen al final de este trabajo.

1. Se sitúa la elaboración de un perfil en el contexto de un modelo sobre el proceso de desarrollo curricular.(1) En dicho modelo, la caracterización del alumno insumo y, lo que es más importante, la acción de precisar las necesidades que se atenderán, preceden a la elaboración del perfil, la cual se considera un antecedente de la actividad en la que se definen los objetivos curriculares. En la guía se incluyen preguntas relacionadas con las acciones que preceden a la elaboración del perfil, por considerarlas indispensables, pero no las hay en relación a la definición de explícitos objetivos curriculares, porque esto ya supone una decisión técnica particular que no se sigue necesariamente de la requerida para emprender la elaboración de un perfil. Si es el caso, convendrá agregar algunas preguntas en relación a las características técnicas que deben tener los objetivos y los criterios que en tal caso se seguirán.

2. Se ha procurado que la guía sea útil fundamentalmente en el nivel de la educación superior, tanto en las licenciaturas como en los posgrados. Se plantean, por ello, preguntas que no tienen cabida en la elaboración de un perfil en otro nivel, pero bastará eliminarlas y agregar algunas otras para hacer utilizable la guía en los niveles elemental y medio. El examen de lo que deberá ser eliminado y agregado, será indudablemente necesario para toda posible utilización de la guía, pues deberá verificarse su pertinencia a cada situación concreta.

3. Se considera que la elaboración de un perfil es una de las acciones que se emprenden en la planeación educativa, la cual ha de ser participativa. Esto debe traducirse en la posibilidad real de que los profesores participen, junto con los administradores académicos (la planeación es una función administrativa), en la elaboración de los perfiles, con todo lo que ello significa: investigación y toma de decisiones. Para facilitar tal participación se ha elaborado la guía, procurando que sea un instrumento sencillo que pueda ser utilizado por grupos heterogéneos en cuanto a formación profesional, experiencias, roles, etc., pero con el común denominador de no contar, entre sus integrantes, con algún especialista en planeación educativa; tal caso es lo común en nuestras instituciones de educación superior.

Cabe destacar que una de las razones más poderosas para considerar que la planeación debe hacerse participativamente, se encuentra en necesidades que derivan del desarrollo económico, social y político. Una muestra evidente de esto la tenemos en la imposibilidad de vincular adecuadamente la educación terminal con el sistema productivo de bienes y servicios, si los objetivos curriculares en los que se concretiza la primera se siguen definiendo en los "centros de decisión", alejados necesariamente de las circunstancias concretas en las que se desenvuelven, realmente, los actores principales de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Es necesaria la desconcentración de decisiones educativas, para adecuarlas a las necesidades y recursos existentes en cada caso particular; esto debe traducirse en participación de los profesores, para "anclar" a la realidad las acciones educativas y para que la actividad docente adquiera el sentido de compromiso y responsabilidad compartida, ingredientes indispensables, indudablemente, para elevar la calidad de la educación.

4. En resumen, la guía se ofrece al común de los profesores y administradores de lo académico, no a los especialistas en la planeación educativa de nivel curricular. Es un instrumento con el que se puede organizar un trabajo colectivo de discusión, no un instrumento para encuestar(2)

Las 48 preguntas han sido ordenadas con arreglo a una secuencia lógica y didáctica. Se encuentran distribuidas en cinco series, cada una de las cuales está precedida por una sintética exposición de las definiciones y supuestos particulares implicados. Dichas series son:
  • Preguntas destinadas a explicitar la hipótesis sobre la conveniencia de un nuevo tipo de egresado.
  • Preguntas destinadas a reconocer el marco normativo y de planeación en el que debe ubicarse la elaboración del perfil.
  • Preguntas destinadas a precisar las necesidades en función de las cuales se elabora el perfil.
  • Preguntas destinadas a determinar las capacidades con las que el egresado sería satisfactor de las necesidades previamente precisadas.
  • Preguntas destinadas a revisar la pertinencia del perfil elaborado, en aspectos que son fundamentales.

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